Revivir la felicidad

martes, noviembre 18


Érase una vez un país en el que todos eran reyes y reinas, príncipes y princesas.


Érase una vez un país en el que las coronas eran de papel y las batallas de plastilina.


Érase que se era, un país en el que los tratados se firmaban con una sonrisa y se rompían con pedorretas. Donde la carcajada era el sello de entrada y salida. Los abrazos se repartían a diestro y siniestro, y la imaginación volaba por cada esquina y en cada rincón.


Cualquiera que haya soñado con nubes que se convierten en dragones, con barcos pirata disfrazados de litera o con castillos que crecen en la arena, sabe de que país estamos hablando.


Bienvenidos al país de Siempre Jugar.


Al reino de la ilusión, de las buenas caras y de la magia. Al imperio de la alegría, de la aventura y de los ojos brillantes. Al refugio de los pequeños que juegan con los grandes y de los grandes que vuelven a ser pequeños.

1 comentarios:

Joel dijo...

Conozco ese país, porque yo también lo soñé alguna vez...
Un abrazo...