Carta del cielo

viernes, marzo 20


Tú, que eres un ser humano, eres mi milagro.
Y eres fuerte, capaz, inteligente
y lleno de dones y talentos.
Cuenta tus dones y talentos.
Entusiásmate con ellos.
Reconócete. Encuéntrate.
Acéptate. Anímate.
Y piensa que, desde este momento,
puedes cambiar tu vida para bien,
si te lo propones
y te llenas de entusiasmo.
Y sobre todo,
si te das cuenta de la felicidad
que puedes conseguir
con sólo desearlo.
Eres mi creación más grande.
Eres mi milagro.
No temas comenzar una nueva vida.
No te lamentes nunca.
No te quejes. No te atormentes.
No te deprimas.
¿Cómo puedes temer, si eres mi milagro?
Estás dotado de poderes desconocidos
para todas las criaturas del universo.
Eres único.
Nadie es igual a ti.
Sólo en ti está aceptar
el camino de la felicidad y enfrentarlo,
y seguir siempre adelante hasta el fin.
Simplemente porque eres libre.
En ti está el poder de no atarte a las cosas.
Las cosas no hacen la felicidad.
Te hice perfecto
para que aprovecharas tu capacidad
y no para que te destruyas con tonterías.
Te di el poder de pensar,
te di el poder de amar,
te di el poder de determinar,
te di el poder de reír,
te di el poder de imaginar,
te di el poder de crear,
te di el poder de planear,
te di el poder de hablar,
te di el poder de rezar...
y te situé por encima de los ángeles,
cuando te di el poder de elección.
Te di el dominio de elegir
tu propio destino usando tu voluntad.
¿Qué has hecho de estas tremendas
fuerzas que te di?
No importa.
De hoy en más,
olvida tu pasado,
usando sabiamente ese poder de elección.
Elige amar en lugar de odiar,
elige reír en lugar de llorar,
elige actuar en lugar de aplazar,
elige crecer en lugar de consumirte,
elige bendecir en lugar de blasfemar,
elige vivir en lugar de morir.
Y aprende a sentir mi presencia
en cada acto de tu vida.
Crece cada día un poco más
en el optimismo de la esperanza.
Deja atrás los miedos
y los sentimientos de derrota.
Yo estoy a tu lado siempre.
Llámame, búscame, acuérdate de mi.
Vivo en ti desde siempre
siempre te estoy esperando para amarte.
Si has de venir hacia mi algún día...
que sea hoy, en este momento.
Cada instante que vivas sin mi,
es un instante infinito que pierdes de paz.
Trata de volverte niño, simple, inocente,
generoso, dador, con capacidad de asombro
y capacidad para conmoverte ante la maravilla
de sentirte humano,
porque puedes conocer mi amor,
puedes sentir una lágrima,
puedes comprender el dolor...
No te olvides que eres mi milagro.
Que te quiero feliz, con misericordia,
con piedad,
para que este mundo que transitas
pueda acostumbrarse a reír,
siempre que tú aprendas a reír.
Y si eres mi milagro,
entonces usa tus dones
y cambia tu medio ambiente,
contagiando esperanza
y optimismo sin temor,
porque yo estoy a tu lado.

1 comentarios:

Geraldine, dijo...

Cada instante que vivas sin mi,
es un instante infinito que pierdes de paz....me gustó esa parte...muy bonito...beso grande!!